domingo, 19 de julio de 2015

Criticas precipitadas.


Hay cosas que nunca cambian, que se repiten como si de un bucle se tratara. Una de esas cosas inamovibles y recurrentes cada año son las criticas al Real Madrid en pretemporada.

Ayer sábado el Madrid disputo su primer partido amistoso contra un buen conjunto, la Roma. El partido fue malo, lento, tedioso e inaguantable. Falto de ritmo, ideas y puntería en los pases y disparos.
Es decir, no hubo sorpresas.
Si en el estreno de pretemporada, hubiésemos visto fútbol vistoso, con ritmo e ideas frescas y precisión a la hora de ejecutarlas, me hubiese extrañado tanto como ver a Dani Alves reconociendo una falta.

Despues de ver el encuentro la mitad de aficionados se tiraban de los pelos. La otra mitad empezaba a barajar seriamente la idea del suicidio.

Para colmo de males, despues del empate a cero se lanzaron penaltis, y Keylor no paro ninguno. Los Casillista como era de esperar, clamaron al cielo por la ausencia del Santo.
Madre mía, que añito nos queda con la alargada sombra de Casillas. La campaña mediatica a favor del Santo y en contra de Keylor ya ha comenzado. Era algo esperado, pero sorprende que ni siquiera esperen al comienzo de la temporada para acordarse amargamente del portero del Porto.

Haya calma señores. Esto no ha hecho mas que empezar.

Las criticas precipitadas en pretemporada empezaron cuando las televisiones tuvieron la feliz idea de retransmitir también los partidos amistosos. A partir de ahí empezaron a darle importancia a los resultados veraniegos, cuando lo que verdaderamente importa a estas alturas es coger tono físico e inculcar en la plantilla las nuevas ideas tácticas hasta asumirlas, ejecutarlas y convertirlas en costumbre.

Los ejemplos de pretemporadas desastrosas que fueron preludio de éxitos y viceversa son numerosos.
Recuerdo la primera temporada de Schuster como entrenador. La pretemporada fue infame. No le ganábamos a nadie, ni siquiera a equipos de segunda. Incluso perdimos pir goleada la supercopa de España contra el Sevilla.
Aquel año ganamos la liga de forma aplastante. Fue el año en el que vivimos uno de esos momentos que no olvidaremos nunca, el pasillo que el Barça nos hizo en el Bernabeu.
Esto hecho no le ocurre únicamente al Real Madrid. Puedo recordar que el Sevilla de Camacho hizo una pretemporada de campanillas, ganando todos los trofeos de verano que disputó. Aquella temporada, el Sevilla descendió.

Esto acaba de empezar. Aun queda mucho por hacer, y no estaria nada mal que nos unieramos todo el madridismo para afrontar el reto de una dura temporada.

Dejemos que los antimadridistas hagan su trabajo sin nuestra ayuda. No la necesitan.

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